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Laberintos para niños

Cuándo y cómo los niños pueden empezar a jugar con laberintos.

Uno de los pasatiempos preferidos de los niños es el laberinto imantado. Con apenas un marcador, los niños pueden pasar horas intentando encontrar el camino hacia la salida de un laberinto. Conseguir salir de un laberinto dependerá mucho de la habilidad que tenga el niño, más que de su edad, aunque por lo general, es un juego que está indicado a niños a partir de los 6 años.

Para quién está indicado el juego de laberintos Imantado

Los beneficios de los laberintos a los niños

A partir de los seis años de edad, la mayoría de los niños está apto para empezar a jugar con laberintos. A esta edad, los niños ya son capaces de entender y aceptar las reglas en los juegos y buscar salidas. Además, tendrán la capacidad motora suficiente para resolver algunos laberintos.

Los laberintos son juegos antiguos en los que los niños tienes que encontrar un camino o una ruta de principio a fin. Hay laberintos fáciles y otros más difíciles, es decir, de todos los niveles. A medida que los niños van consiguiendo la solución de algunos, pueden ir avanzando hacia los más complicados. Todo es una cuestión de práctica.

Cómo se juega con laberintos

Los laberintos funcionan como rompecabezas mentales. Los niños deben encontrar un camino correcto, y para ello tendrá que ir sorteando caminos sin salida. Tradicionalmente, un laberinto era una construcción complicada, generalmente de arbustos, donde la gente se perdía. Con el tiempo, el laberinto se fue transformando en un pasatiempo de mesa para niños y adultos.

Los beneficios de los laberintos

El juego con laberintos aporta muchos beneficios a los niños:

  1. Les ayudan a que tengan persistencia;
  2. Aumenta el poder de concentración de los niños;
  3. Mantienen a los niños ocupados mientras se divierten;
  4. Ejercitan la mente y el ingenio de los niños;
  5. Enseñan a los niños a resolver problemas;
  6. Promueve las habilidades motoras finas del niño.